Let it Be

Let it Be

El Concepto de Poco a Poco

El concepto de "poco a poco". Curioso. Curiosísimo la seguridad que nos plantea una frase sin sentido, seguridad que nos permite pensar que tenemos tiempo para todo y que nos da la libertad de no comprometernos en cosas que si no fueran "poco a poco" podrían ser geniales. "Yo quiero las cosas así, pero poco a poco, ¿eh?" y terminando, así aseguras que, aunque no tengas las cosas claras, aparentas seguridad y estabilidad. Y con ese "poco a poco" te enfrentas a la vida, al amor, a los estudios, a tu bienestar, a tu malestar...

¿Y por qué no lo frase de "mucho a mucho"? De esto que quieres comerte el mundo siempre, con ganas de vivirlo todo, todo el tiempo. Precisamente nos creemos que nos va a sobrar el tiempo, que nos va a ir bien así, despacito con todo lo que nos da miedo enfrentarlo de lleno, de golpe, de sopetón. Y no siempre es así.

La verdad es que me muero de ganas de tener la boca llena de vivencias que contar y no de cosas que aun no he vivido. Y si con el mucho a mucho uno se estampa... ¿Qué mas da? Si al final se acaban contando con orgullo aquellas cosas que fueron difíciles y afrontaste bien. Aquellas para las que no te preparaste y supiste salir de ellas. Y aunque fueran dolorosas, al final te quedas con los buenos momentos. Eso nos hace un poquito mas grandes, mas fuertes y mas valientes.


Te voy a hacer el amor...

Me dijo: 
Te voy hacer el amor...

Me sirvió una copa de vino, llenó la bañera 3/4, conocía la temperatura exacta como me gustaba el agua, me quitó la ropa y me ayudó a entrar... me lavó el pelo, la espalda y los pies. Me llevó a la cama y mientras me secaba el pelo humedecía mi alma, me acostó boca abajo y comenzó a masajear mi espalda, no decía nada, pero su suave respiración era lo más bonito que podía oír. No sé en qué momento me dormí... Pero cuando desperté en sus brazos me dijo, hay muchas maneras de hacer el amor, respiré profundo y lo besé. Y esta vez lo hicimos como yo sabia, con el cuerpo. (ese amor salvaje que nace en la piel)

El sabe perfectamente como hacer el amor cada día y es que para hacer el amor no es necesario el encuentro físico, se puede hacer el amor de muchas maneras; con una dulce caricia, una mirada, con una sonrisa cómplice, con un abrazo fuerte y sin decir nada, con un pecho amigo donde esconder las lágrimas...

¿Con una flor? 
No... él nunca me regaló flores...
(Sin embargo fue capaz de traer la primavera a mi corazón)

Ganemos la partida.

¿Sabes quien gana al final? Al final gana quien se levanta cada mañana para hacer frente a la vida, a pesar de todos sus problemas.
Quien con lágrimas en el corazón regala siempre una sonrisa. Quien todavía cree en los sueños, en un "te quiero" dicho desde el corazón, en un abrazo sincero.
Quien sabe llevar de la mano su propia vida, dándole sentido.

Resiste

Ten paciencia, no te rindas y resiste.

Pronto mirarás hacia atrás y dirás: "ya pasó". Se que podrás, porque tu eres fuerte, aunque pienses que no, sí lo eres.

Créeme, probablemente, no es casualidad que estés leyendo esto ahora mismo.

No te vayas demasiado lejos... porque puedo mover un planeta para encontrarte.

Te beberás un océano de mis miedos en un vaso de agua que pondré en la mesilla cada noche, y tendré que despertarte por la mañana, lo siento. Pero es que dormir contigo puede ser que sea más excitante que cualquiera de mis sueños.
Quiero este aquelarre de humo, este complot de elegías, quiero en verdad cada sombra y cada despiste. Tus medias sonrisas, este no saber qué hacer ni dónde, pero contigo.
No te vayas demasiado lejos, porque puedo mover un planeta para encontrarte, y no me importan los continentes si tu eres el contenido. Y espero que a ti no te importen las confidencias, los atracos a beso o muerte, todo lo que se mueve en un sigilo.
Me gustaría que pasaras tus brazos por mis hombros cuando vayamos al cine. Voy a discutir contigo sobre el final de cada película, sobre el principio de nuestra historia. Voy a abrir ventanas de par en par para que entres en mi vida de la única forma que sabes: Volando.

Si quieres ver el Arco-Iris debes soportar la lluvia...

Me acostumbré a no extrañarte, a no pensarte, a no respirarte. A veces era demasiado difícil, bueno, a veces es demasiado difícil. Podría culparte de todo y tener un motivo para no avanzar, pero no puedo hacer eso. Por la sencilla razón que sería engañarme a mi misma.

Al principio reconozco que te odié. Detesté la idea de que me dejaras sola, pero comprendí que no fue algo que tu decidieras. Admito que las lágrimas que derramé por ti fueron las mas amargas de todas las que he derramado. Me negué a aceptar aquello. Pero cuando las noticias te llegan en dos golpes... quieras o no terminas por aceptarlo.

Sin ti todo era un vacío constante. Escenarios en movimiento de los que yo no me sentía partícipe. No entendía la mitad las cosas, y no me importaba mover continentes si tu eras el contenido. Quería respuestas, saber de ti aunque era imposible.

Con el tiempo aprendí a aceptar que no volverías. Que aquello no era un viaje de larga duración, sino un billete únicamente de ida.

Te gustaban las matemáticas, y solías hablar de la infinidad de números que existen entre un número y otro. Sencillamente algunos infinitos son mas grandes que otros. Y yo quería mas números para ti de los que pudiste obtener.

Decías mucho aquello de " si quieres ver el Arco-Iris tendrás que soportar la lluvia". Y si, es cierto, hay que soportar la tormenta. Ahora me alegro de poder decir que el Arco-Iris que veo es realmente precioso. Fue muy duro soportar la tormenta que dejaste, pero el Sol ahora brilla como nunca.

Te has convertido en una de mis razones fundamentales, y no en el sentido mas amplio de la palabra. Gracias a ti el verbo vivir cobra sentido. Con el tiempo he aprendido a acostumbrarme a estar sin ti, a vivir contigo en mi memoria. No puedo olvidarte, pero ya dueles menos. El dolor y la pena se tornan
de un gris mas claro.

Aprendí a vivir sin ti, sin respirarte, sin verte, sin abrazarte. conseguí avanzar contigo guardadito en un lugar especial de mis recuerdos. Gracias por enseñarme a vivir, a ver las cosas de otro modo. Gracias por quererme como lo hiciste, por enseñarme que los amigos son la familia que elegimos. Gracias por hacerme sentir especial.

Prometo vivir y disfrutar, fiel a aquello que te encantaba. Lo haré por mi, y por ti.
Una persona no muere si queda alguien que le recuerde a diario, aunque sea en silencio...

Debo dejarte ir...

No sé bien como decirte adiós... ni siquiera sé si debería hacerlo.
Me tienes llena de dudas, y aunque no quiero tenerlas, reconozco que me aferro a ellas como si de una pequeñísima esperanza se tratase.

Cuando mejor iba todo, dimos un paso que bifurcaba el camino. A veces pienso que fuimos idiotas por permitir que el pasado nos interrumpiese, y otras, sin embargo, creo que si ocurrió.. es porque sencillamente debía pasar.

Sé que de haber salido bien habríamos dado todo de nosotros. No sé bien por qué hablo en pasado, supongo que por la situación a la que nos sometemos. Ambos tenemos obligaciones y diversos deberes que nos impiden ser nosotros mismos

Por unos lados me niego a decirte adiós, mas bien es que no puedo. Demasiados recuerdos me asaltan, y veo esperanzas donde quizás sólo exista un vacío. Puede que sólo sea una ilusa o que me esté adelantando a los acontecimientos que aún están por venir, pero algo muy dentro de mi me dice que desde aquel día se inició el principio de un fin.

Y aquí me tienes, escuchando una canción de Charlie Puth que parece que habla de nosotros. Una vez mas, una canción que nos describe. Juré que como amiga estaría siempre, y así lo haré, no pienso fallarte. Necesitamos tiempo y distancia para sanar las heridas que aún siguen abiertas y que a veces, supuran.

Prometo mantener esa distancia, porque aparte de ser lo que necesitas, no quiero irrumpir en algo que tu y yo sabemos que retomaste, aunque no lo digas. Solo quiero que seas feliz, sea del modo que sea, pero que seas feliz y sonrías a cada instante. Tal vez nunca te lo dije, pero tienes una sonrisa preciosa. Quizás son demasiadas cosas las que no te dije, al igual que tampoco descubrimos como se sale de Roma, ¿no? No quiero pensar que tal vez en un futuro lo descubramos, si debe ser así, llegará solo.

Realmente me duele decidirme a dar este paso, pero es lo que necesito yo también. Tengo que sacarte de mi mente, de mis recuerdos.. al menos durante un tiempo. No quiero seguir con la ilusión y las ganas de que tu digas venga para yo poder decir vale. Fue breve pero muy intenso y sentí mas por ti de lo que nunca me atreví a decirte. Es más, creo que cuando le estábamos cogiendo el truco a eso de querernos.. el pasado regresó.

No te culpo por ello, jamás lo haré. Puede que algún día leas esto y comprendas un poco mejor como funciona mi mente y como mis intentos de mantener distancia fueron en vano hasta hoy. Quisiera darte todo lo mejor, todo aquello que te mereces, y darte las gracias por hacerme sentir tan bien y feliz como lo hiciste, pero me voy a conformar con verte feliz en la distancia, consiguiendo tus sueños y alegrarme en silencio por ello.

Debo aprender a dejarte ir... por ti y sobre todo por mi. Dicen los budistas que hay un hilo transparente que conecta el destino de las personas... Nuestro hilo nos unió una vez, quién sabe si dentro de un tiempo no nos vuelve a unir. Pero dejemos que sea el destino quien lo decida. Cuídate mucho, vive y se feliz, que yo también lo seré. Te lo prometo...

Lo mejor es lo que viene...

¿Qué mas da lo que diga o haga la gente? ¡Vive tu vida! Nadie puede ni debe decirte como hacerlo, de modo que solo hazlo. 

No importa si se te plantean retos difíciles, ¡solo supéralos! Da igual el tiempo que tardes en conseguir tu objetivo, lo que cuenta es que lo consigas. Thomas Edison nunca fracasó en sus intentos de hacer una bombilla, simplemente descubrió dos mil formas de cómo no hacer una. 

¿Quién dijo aquello de "quien ríe el ultimo ríe mejor"? Ríe mejor el que vive sonriendo todo el tiempo. Aprende a sacarle lo bueno a las cosas malas. Toda causa y consecuencia tiene su parte positiva. 

Puede que nunca sepamos lo que queremos, o que lo tengamos muy claro desde el principio. Pero de eso se trata este momento, de avanzar y continuar. De subirse al tren equivocado y perderse, e incluso disfrutar de ese viaje, pues siempre hay tiempo para cambiar de opción. 

Respira y llena el pecho de aire. Deja que la música atruene tus oídos. Pasea y coge una mano distinta de la tuya. Sorprende y déjate sorprender. Las mejores cosas son las que llegan sin que se esperen, sin avisar, solo surgen.  

Pero recuerda esto, lo mejor es lo que está por venir... :)

La felicidad en las palmas de las manos...

No hace falta tener el mundo bajo tus pies para ser feliz. ¡Que va! Se puede ser feliz de mil maneras distintas, sólo debes saber cuál es la adecuada. Considero que la felicidad es algo que no se puede medir con exactitud. Hay personas que lo comparan con dicha o con alegría...En mi caso... voy a hablar de matemáticas.

Las matemáticas se miden en números, el uno, el dos, el tres... Pero existen infinitos números entre el 0 y el 1, como el 0,1.. 0,112. Igual pasa con el 0 y el 2. Algunos infinitos son sencillamente mas grandes que otros. Desde mi punto de vista la felicidad se compone de infinitos llamados momentos.


En ocasiones poner distancia con una persona puede salvarte de ti mismo, porque al volver a verla sólo confirmas que echabas de menos sus conversaciones, sus miradas y sus besos. Existe una clase de personas que son capaces de hacerte sentir especial, y no porque tu les des ese poder, sino porque son así. Tú eres así, y consigues que me sienta de esa manera.

Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia, los que agrandan los infinitos. La felicidad puede vivir en una mirada, en un abrazo a destiempo, en una foto e incluso en un beso, furtivo y a escondidas. En la adrenalina que corre por la sangre de tus venas cuando esa persona acelera tu pulso con sólo el juego de una moneda.

Disfrutemos de un pequeño infinito, y dejemos que siga creciendo en base a nuestras acciones. Sigamos abriendo cajas sin saber cuál será su contenido, pero sin que nos falten las ganas ni el echarnos de menos. La felicidad podemos encontrarla en las palmas de nuestras manos.


La curiosidad nunca mató al gato.

Piérdete en una mirada. No tengas miedo a hacer aquello que sientes, siempre es mejor actuar y no retener nada dentro.
Vive y disfruta la vida. Se joven y diviértete. Siente, disfruta, besa y abre cajas sin saber cual será su contenido. Contempla un cielo de noche en toda su magnitud y siéntete pequeño, pero al mismo tiempo grande.

El gato nunca gritó "¡que la curiosidad me mate!". Al contrario, se arriesgó a mirar. Fueron seis vidas las que le salió bien.

Da una caricia, un abrazo y arriésgate por todo aquello que te hace feliz.
Sólo siente y déjate llevar.

Este momento es único, el tiempo nunca regresa. Hazte una pregunta: ¿detenemos las manecillas del reloj, o avanzamos con ellas?

Los imposibles siempre pueden convertirse en posibles si realmente se quiere.