Let it Be

Let it Be

Lo mejor es lo que viene...

¿Qué mas da lo que diga o haga la gente? ¡Vive tu vida! Nadie puede ni debe decirte como hacerlo, de modo que solo hazlo. 

No importa si se te plantean retos difíciles, ¡solo supéralos! Da igual el tiempo que tardes en conseguir tu objetivo, lo que cuenta es que lo consigas. Thomas Edison nunca fracasó en sus intentos de hacer una bombilla, simplemente descubrió dos mil formas de cómo no hacer una. 

¿Quién dijo aquello de "quien ríe el ultimo ríe mejor"? Ríe mejor el que vive sonriendo todo el tiempo. Aprende a sacarle lo bueno a las cosas malas. Toda causa y consecuencia tiene su parte positiva. 

Puede que nunca sepamos lo que queremos, o que lo tengamos muy claro desde el principio. Pero de eso se trata este momento, de avanzar y continuar. De subirse al tren equivocado y perderse, e incluso disfrutar de ese viaje, pues siempre hay tiempo para cambiar de opción. 

Respira y llena el pecho de aire. Deja que la música atruene tus oídos. Pasea y coge una mano distinta de la tuya. Sorprende y déjate sorprender. Las mejores cosas son las que llegan sin que se esperen, sin avisar, solo surgen.  

Pero recuerda esto, lo mejor es lo que está por venir... :)

La felicidad en las palmas de las manos...

No hace falta tener el mundo bajo tus pies para ser feliz. ¡Que va! Se puede ser feliz de mil maneras distintas, sólo debes saber cuál es la adecuada. Considero que la felicidad es algo que no se puede medir con exactitud. Hay personas que lo comparan con dicha o con alegría...En mi caso... voy a hablar de matemáticas.

Las matemáticas se miden en números, el uno, el dos, el tres... Pero existen infinitos números entre el 0 y el 1, como el 0,1.. 0,112. Igual pasa con el 0 y el 2. Algunos infinitos son sencillamente mas grandes que otros. Desde mi punto de vista la felicidad se compone de infinitos llamados momentos.


En ocasiones poner distancia con una persona puede salvarte de ti mismo, porque al volver a verla sólo confirmas que echabas de menos sus conversaciones, sus miradas y sus besos. Existe una clase de personas que son capaces de hacerte sentir especial, y no porque tu les des ese poder, sino porque son así. Tú eres así, y consigues que me sienta de esa manera.

Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia, los que agrandan los infinitos. La felicidad puede vivir en una mirada, en un abrazo a destiempo, en una foto e incluso en un beso, furtivo y a escondidas. En la adrenalina que corre por la sangre de tus venas cuando esa persona acelera tu pulso con sólo el juego de una moneda.

Disfrutemos de un pequeño infinito, y dejemos que siga creciendo en base a nuestras acciones. Sigamos abriendo cajas sin saber cuál será su contenido, pero sin que nos falten las ganas ni el echarnos de menos. La felicidad podemos encontrarla en las palmas de nuestras manos.