
Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo.
Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo para el resto de tus días.
Por pedir, pido que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo.

Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y mojarnos los labios sin que nos vea la gente. Pido, mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte cualquier estupidez, agarrando con mi mano tu brazo, y como si de un acordeón te tratases, tu risa fuese la mejor de mis melodías.

Por pedir, pido que me acompañes hasta el andén en el que días más tarde me estés esperando y que mientras llega el autobús me mires con ojos tristes a la cara, aproveches mi distracción para agarrar fuerte con tus dos manos mi cintura y en un intento por no dejarme ir, me hagas perder todo menos la sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario